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Si pones estos alimentos en el frigorífico puedes estar desperdiciando espacio...

Cuando llegas a casa del supermercado con las bolsas llenas de la compra semanal, es posible que quieras meterlo todo en la nevera para poder por fin poner los pies en alto. Pero esto es un error. Llenar demasiado el frigorífico no sólo lo hace menos eficiente, sino que también es más fácil olvidar lo que hay dentro y acabar desperdiciando comida.

En el Reino Unido, para que te hagas una idea, se desperdician 4,5 millones de toneladas de alimentos al año, y como todos queremos ahorrar dinero durante la crisis del coste de la vida, nuestro planeta y nuestros bolsillos pueden beneficiarse si nos replanteamos nuestros hábitos de almacenamiento.

Lo creas o no, algunos de los alimentos que la gente suele meter en el frigorífico es mejor que se conserven a temperatura ambiente (entre 18 y 22 °C). ¿No estás seguro de lo que hay en tu nevera? Aquí tienes nuestra lista de alimentos que no deberían guardarse en el frigorífico.

Nunca debes guardar el pan en la nevera. Las moléculas de almidón del pan se recristalizan muy rápidamente a temperaturas bajas, lo que hace que el pan se ponga rancio mucho más rápido cuando se refrigera.

Los panes comprados en la tienda deben conservarse en una bolsa de plástico hermética a temperatura ambiente, y no en el frigorífico. En el caso de los panes de panadería que suelen venderse en una bolsa de papel, sácalos de la bolsa, envuélvelos bien en film transparente compostable o en una envoltura de cera de abeja, y consérvalos a temperatura ambiente.

Las paneras y las bolsas de pan también son estupendas si quieres conservar una barra de pan durante un par de días.

Puede que pienses que, como las cebollas son una verdura, deben estar en el cajón de las ensaladas del frigorífico. Pero, en realidad, es mejor que estén en zonas secas y ventiladas; además, al mantenerlas alejadas de otros alimentos, evitan que propaguen su fuerte olor donde no se desea.

Asegúrate también de guardarlas en un lugar oscuro, ya que de lo contrario brotarán. También hay que tener en cuenta que si sólo se utiliza media cebolla, se puede congelar el resto.

No hay ningún problema en guardar el ajo en la nevera, pero si tienes problemas de espacio, el ajo vivirá felizmente en un lugar seco y ventilado.

Cualquier amante de los aguacates sabe lo que implica: sólo hay un corto espacio de tiempo entre que están duros como una roca y se convierten en papilla. Mantenerlos en el frigorífico es una forma segura de cerrar esta ventana y evitar que maduren.

Guárdalos en bolsas marrones abiertas y, si necesitaa acelerar el proceso de maduración, júntalos con un plátano.

Sin embargo, una vez abiertos, los aguacates se conservan mejor en la nevera. Así que, si te sobra una mitad, métela en una bolsa para aguacates, que sella la carne del aguacate y lo mantendrá perfectamente maduro durante más tiempo.

Saben mejor a temperatura ambiente y tienen muy poco sabor si están demasiado fríos (¡por algo son mediterráneos!), así que sácalos y mantenlos en la encimera de la cocina lejos de la luz solar directa.

La miel es un conservante natural y no requiere refrigeración. Además, se vuelve dura y difícil de untar cuando está demasiado fría. ¡Vuelve a guardarla en la alacena!

A menos que tengan un relleno de nata o queso crema o un glaseado, no hay problema en guardarla en un recipiente hermético durante unos tres días (¡si es que aguanta tanto tiempo!).

Consejo: Utiliza botes de almacenamiento para mantener las sobras frescas, dentro o fuera de la nevera.

Si el melón está entero, mantenlo en el frutero.

Una vez que lo hayas cortado, envuélvelo bien en una alternativa de film transparente y guárdalo en la nevera. Lo mismo ocurre con los mangos y los pimientos.

Ya sea en grano o molido, el café no debe guardarse nunca en la nevera, ya que absorbe fácilmente los olores de otros alimentos. Guárdalo en un recipiente hermético.

No se compran en el pasillo de los refrigerados y, sin embargo, la mayoría de la gente se apresura a llegar a casa y los mete directamente en la nevera.

Guardar los huevos a temperatura ambiente es perfectamente seguro si tienes una cocina fresca (lo ideal es que los huevos se conserven a menos de 20 grados, según el consejo oficial de British Lion Eggs), por no mencionar que obtendrás mejores resultados al hornear y hervir con huevos a temperatura ambiente.

Consejo: Para aprovechar al máximo el espacio del frigorífico, comprueba las instrucciones de los paquetes de alimentos para asegurarte de que son adecuados para estar en el congelador.

Vía: Good Housekeeping UK